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Prudencia Ayala intentó ser candidata a la presidencia en las elecciones de 1930; y la sociedad patriarcal intentó borrarla de la historia.
Ella marcó un precedente en la lucha por los derechos de las mujeres en una época en la cual no podían votar, ni a optar a cargos públicos.
El MUPI rescató su archivo personal, y ha dado a conocer su legado a través de exposiciones, dibujos animados y publicaciones.
Prudencia Ayala, la hija de la centella
“Prudencia Ayala, la hija de la centella”, describe su importante rol en la lucha por los derechos ciudadanos de la mujer.
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