La muestra fotográfica “10 años de acción humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en El Salvador”, que se muestra a partir de hoy 7 de febrero de 2022, hasta el 7 de febrero de 2023 en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), resume una década de trabajo en favor de personas afectadas por la violencia armada en el país y pretende destacar la importancia de una respuesta humanitaria neutral, imparcial e independiente.
“Las consecuencias humanitarias provocadas por los conflictos armados internos que han sucedido en nuestra región y por otras situaciones de violencia no siempre son visibles. Además de los efectos físicos, las personas se enfrentan a la falta de acceso a la atención médica, a la educación y a la salud mental, entre muchas otras. Por eso es un imperativo humanitario trabajar para garantizar una vida digna a las personas afectadas”, expresó Olivier Dubois, jefe de la delegación regional para México y América Central del CICR a través de un video enviado a propósito de la inauguración de la muestra.
Trabajar para aliviar el sufrimiento humano y contribuir a garantizar una vida digna a las personas afectadas por situaciones de violencia armada es el corazón de la labor humanitaria del CICR en todo el mundo, incluyendo El Salvador, donde el CICR ha estado presente en dos momentos fundamentales: entre 1980 y 1993, durante el conflicto armado interno que vivió el país, y a partir de 2012 para ayudar a las personas afectadas por la violencia como lo son las personas migrantes y retornadas, personas desplazadas, personas desaparecidas y sus familiares, personas privadas de la libertad y comunidades. Esta década de trabajo humanitario no habría sido posible sin la guía de los principios fundamentales que rigen la labor del CICR y el resto de los miembros del Movimiento Internacional de la Cruz Roja: neutralidad, imparcialidad e independencia.
“Gracias a ellos hemos tenido la confianza de las personas afectadas por la violencia y de los actores que tienen el poder de influir en su suerte para llevar a cabo nuestra labor humanitaria, que llevamos a cabo en coordinación con nuestros socios nacionales de la Cruz Roja —en este caso, la Cruz Roja Salvadoreña—, autoridades, organizaciones y personas afectadas”, Ahmad Hallak, jefe de la Misión del CICR en El Salvador.
Ahmad Hallak explicó que, además de la neutralidad, para tener acceso a las comunidades, el CICR genera relaciones basadas en la confianza manteniendo diálogos confidenciales con todos aquellos interlocutores necesarios para brindar ayuda a las personas afectadas por situaciones de violencia. “La confidencialidad es una herramienta esencial que permite al CICR abrir canales de comunicación y promover cambios”.
“La exposición fotográfica no solo es una muestra del trabajo humanitario que hemos realizado, sino, sobre todo, una forma de refrendar nuestro compromiso con las víctimas de la violencia”, indicó Olivier Dubois.